Pocas cosas puede haber más míticas y tradicionales en Semana Santa que unas buenas torrijas. Proliferan en las pastelerías y confiterías de medio país con sus más inverosímiles variaciones. Incluso hay quien las hace ‘de autor’, con sabores extraños a la tradición como el tiramisú, divertidas frutas o los más diversos licores, ‘emborrachando’ a esta tradicional dulce de pasión.

Es cierto que resulta muy fácil salir a la calle, buscar la pastelería más cercana y comprar media docena, o una docena si uno es más goloso. Pero nada es tan placentero como comer aquello que ha salido de tus propias manos. Por esa razón, cocinar unas torrijas puede ser un plan ideal para un Viernes Santo, ya que además se hace con ingredientes de andar por casa y no es necesario ir a unas tiendas que, por otra parte, seguramente estén cerradas en el día de hoy. Por esa razón, vamos a ofreceros una receta tradicional, lejos de fantasías contemporáneas, aunque lógicamente cada uno es libre de ‘tunear’ la receta original según sus propios gustos. Esta receta se ha publicado de la web de Arguiñano.

Ingredientes para dos personas: pan del día anterior, 1/4 litro de leche, 2 huevos, 2 cucharadas de harina, 1 limón, 1/2 vaso de aceite de oliva, 1 rama canela, 1 cucharada de azúcar y 1/4 cucharadita de canela en polvo.

Pon la leche en un cazo. Limpia el limón, y con un cuchillo corta un trozo de la corteza (sin la parte blanca) y añádelo. Añade la rama de canela. Pon a cocer a fuego suave durante unos 5 minutos aproximadamente.

Corta el pan. Con un cazo, vierte la leche encima y deja que se empapen bien. Pon la harina en un plato. Casca los huevos en un cuenco y bátelos bien. Escurre las rodajas de pan, pásalas por harina y huevo.

Calienta una sartén con el aceite y fríe las torrijas hasta que se doren. Mezcla el azúcar y la canela en polvo y espolvoréalas.

(Fuente de las fotos: Wikipedia)