Pocos productos han sido tan vilipendiados como la mantequilla. Su alto contenido en grasa ha jugado en contra de un producto que puede presumir de tradicional como pocos, una de las formas más primarias de convertir la leche y de transformar la materia prima en un resultado final diferente y atractivo. Durante un tiempo, se llevó aquella moda de las margarinas vegetales de origen francés, más de capa caída en los últimos años, pero que unieron para siempre a ambos…