Escondido en los Pirineos, con una comercialización más centrada en Cataluña y al otro lado de la frontera con Francia, se encuentra uno de los quesos con Denominación de Origen más particulares de toda España. A pesar de ostentar esta figura de calidad, únicamente hay una industria láctea que reúne los requisitos necesarios para fabricar ese queso. Sin embargo, su producción no es precisamente escasa, ya que reúne la leche de un centenar de explotaciones y un censo aproximado de 8.000 vacas reproductoras de raza Frisona. Sin embargo, la particularidad más especial de esta única industria láctea es que se trata de una cooperativa, con más de un siglo de historia y pionera como una entidad asociativa de este tipo en la ganadería.
Hablamos de la Denominación de Origen Queso de l´Alt Urgell y la Cerdanya, que se elabora exclusivamente en la cooperativa Cadí de la localidad ilerdense de La Seu d´Urgell, que recoge la leche de las dos comarcas pirenaicas de las que toma el nombre, una de ellas en Lleida y otra en Girona. En estas comarcas se introdujo la producción lechera a principios del siglo pasado a raíz de la entrada de la filoxera que afectó a toda la vid, cultivo que hasta entonces era la principal actividad primaria de la zona.
Elaborado con leche de vaca pasterizada, se trata de un queso de pasta prensada semicurado de color marfil con numerosos agujeros bien repartidos y de dimensiones irregulares. Corteza natural lavada de color naranja claro. Olor característico afrutado. Textura fina y muy cremosa. Gusto muy característico.
(Fuente de la foto: Cooperativa Cadí)