Pocas actividades tienen una evocación tan clara a nuestros orígenes, a lo ancestral y al recuerdo de esa primera humanidad que no tenía casa fija, que la trashumancia de ganado. Una actividad que ha corrido el riesgo de desaparecer de forma definitiva y que durante décadas fue un aspecto imprescindible para asegurar la supervivencia de las explotaciones y de los ganaderos. Esas migraciones en primavera hacia los lugares montañosos con más pastos, y el camino inverso en otoño para huir del frío y buscar climas más templados, constituyen parte de nuestra identidad. En los últimos tiempos, se está intentando desde diversos frentes que la trashumancia se revitalice, explotando su inequívoco potencial turístico. Aunque en la mayoría de los casos se realiza el transporte del ganado gracias a camiones, aún hay unos cuantos valientes que se atreven con el paso del ganado a pie por los puertos de montaña. Valientes que se enfrentan a graves problemas de infraestructuras, legislativos, sociales, sanitarios y económicos.
Uno de los ejemplos de esa revitalización a la que aludíamos es la novena edición del concurso fotográfico ‘Jornada de la Trashumancia’, organizado por la Plataforma Trashumancia Viva, la Asociación Española de Raza Avileña-Negra Ibérica y el Consejo Regulador IGP Carne de Ávila.
La imagen ganadora ha sido ‘La última etapa-3’ de Óscar Martín, en la que se ve ‘El portazgo’, lugar situado en el tránsito de la cañada para contar el número de animales que pasaban para cruzar el puerto. El segundo premio se ha otorgado a Enrique Jiménez Lastras por su fotografía ‘152R’ donde se puede observar el último tramo de la calzada al completo. Las imágenes participantes fueron tomadas durante la subida de las vacas por la Calzada Romana y en el descansadero del Puerto del Pico durante la Semana de la Trashumancia entre el pasado 17 y 24 de junio.
(Foto: ‘La última etapa-3, de Óscar Martín. Primer premio del IX Concurso Fotográfico ‘Jornada de la Trashumancia’)