Una visita al País Vasco siempre es obligada para admirar la forma en la que una sociedad se enorgullece de sus raíces agrícolas y ganaderas. A pesar del indudable desarrollo urbano e industrial que se ha vivido en las tres provincias vascas durante las últimas décadas, los habitantes de estas verdes tierras nunca le han dado la espalda a su tradición del sector primario. Darse una vuelta por Guipúzcoa, en este inicio loco del mes de diciembre en el que ha habido más sol y mejores temperaturas en el norte que en el resto de comunidades autónomas, da una buena idea de lo que allí ocurre. A pocos kilómetros de San Sebastián, incluso sin salir de la propia capital de provincia, las explotaciones más sofisticadas conviven con el desarrollo urbanístico propio de una ciudad con la vida y el encanto que tiene Donostia.

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En este blog ya os hemos hablado en más de una ocasión de la capacidad que tienen los vascos de valorizar sus principios y enorgullecerse de sus raíces. En esta ocasión os traemos el ejemplo de la cadena de supermercados Súper Amara, de indudable implantación en el País Vasco, que recientemente ha lanzado una iniciativa para la comercialización de carne de vacuno, con el aliciente de que su cartel anunciador hace coincidir un chuletón con la forma de esta comunidad autónoma. De esta forma, se opta por el producto certificado desde la producción hasta el propio lineal del supermercado, con la importante colaboración de la empresa de distribución.

De esta forma, se consigue cerrar el círculo mágico agroalimentario. Desde la producción, pasando por la transformación y la comercialización, terminando por la degustación en cualquier tasca de la parte vieja donostiarra. Revalorizando el vacuno.

(Fuente de las fotos: Super Amara)