No nos engañemos. Estamos todos metidos de lleno en una sociedad de consumo en la que se cumple a rajatabla la ‘ley del caramelo’. Esa peculiar interpretación de los hábitos de consumo explica que todo producto debe tener un envoltorio bonito, que atraiga, que evoque y que inspire al que se acerca a la estantería del supermercado. No olvidemos que la competencia siempre es amplia. Eso sí, la ‘ley del caramelo’ también sostiene que lo que se encuentra el consumidor dentro debe ser de calidad, con grandes cualidades organolépticas. Si el caramelo no es bueno, da igual cómo sea el envoltorio, ya que el consumidor no repetirá. Pero el primer impulso de compra va para el envoltorio bonito.

Ese es uno de los problemas del sector de la carne de vacuno. Hay que saber venderse un poquito mejor. No se dispone de marcas específicas, sino que las compras se realizan muchas veces de forma genérica, lo que dificulta alcanzar un valor añadido en los productos relativos a la carne de vacuno.

Por eso, desde este humilde atril queremos aplaudir las iniciativas que quieren dar algo diferente a los productos de nuestro sector, y en esta ocasión vamos a centrarnos en dos personajes públicos que aparecen vinculados a la carne de vacuno y que dan ‘glamour’ a este sector tan necesitado de buenas vibraciones. Un futbolista y un noble. Y no es el comienzo de un chiste…

Foto 1

Gerard Piqué no necesita presentación. Futbolista internacional y polémico tuitero. El jugador del Barcelona es uno de los dueños de la empresa Natrus, una marca de hamburguesas que surgió hace dos años, con ventas anuales de más de un millón de euros. Su producción a raíz de animales de la raza Angus es ecológica, con una vinculación permanente del ganado con los pastos.

Foto 2

Cayetano Martínez de Irujo tampoco necesita presentación. Último eslabón de la legendaria estirpe de la Casa de Alba, ha presentado recientemente una línea de carne de vacuno comercializada con su nombre. Las piezas seleccionadas se obtienen tras un cuidado proceso de selección genética con cruce entre Charolés y Morucha, además de respeto por el bienestar animal y la supervisión de su alimentación.

(Fuente de las fotos: El Capricho, Natrus y Casa de Alba)